sábado, 1 de octubre de 2011

¡ GRACIAS SEÑOR, POR LLAMARNOS A TU MISMA MISIÒN !

Como Maestra Católica, quiero iniciar el blog compartiendo con ustedes este artìculo sobre Jesucristo: "El Maestro de Maestros", de quien sus enseñanzas se han convertido en fuente inagotable de sabiduría y de ejemplo a seguir para aquellos que creemos en Él.
Todos sabemos que Jesús nunca asistió a alguna escuela pero sus conocimientos y palabra han asombrado a sabios y científicos de todos los tiempos. Jesús nunca escribió un libro pero ni en la biblioteca más grande del mundo entrarían todos los libros que sobre Él se han escrito. Jesús nunca fundó una escuela pero ni uniendo todas las instituciones educativas podría haber tantos discípulos como tuvo Él. Jesús nunca estudió medicina pero Él ha sanado a tantos enfermos de los que podrían curar todos los médicos juntos. Jesús nunca aprendió psicología pero Él ha restablecido más corazones, mentes y almas que todos los psicólogos del planeta. Jesús nunca utilizó una brújula pero Él ha guiado a millones de personas por el camino del bien, la verdad y la justicia. Jesús nunca se instruyó en gastronomía pero Él ha dado de comer a multitudes para satisfacer su hambre más de lo que podrían todos los restaurantes reunidos. Jesús nunca se perfeccionó en arquitectura pero Él ha dado techo a un sinnúmero de desamparados más de lo que podrían todos los gobiernos en mancomunidad. En fin, Jesús ha hecho tantos milagros que necesitaríamos toda la vida para poder detallar cada uno de ellos. Razones  más que suficientes para que quienes tenemos el privilegio de ser maestros, sigamos el ejemplo de Jesús, porque para enseñar no se necesita  poseer lujosas infraestructuras o mobiliarios o disponer de una gran fortuna. Solo se requiere trabajar con AMOR. Por eso, como Maestros tenemos un gran compromiso, seguir trabajando con vocaciòn y decirle a Dios: ¡Gracias Señor, por haberme llamado a tu misma misiòn!

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